Los usos más comunes del humo líquido son en la producción de embutidos, carnes curadas y ahumadas, salsas, marinadas, adobos y otros productos alimenticios. El humo líquido puede ser utilizado para dar sabor a una amplia variedad de alimentos, como carnes rojas, aves, pescados, mariscos, tofu y verduras.
La dosificación recomendada para el humo líquido en embutidos varía según el tipo de carne y la intensidad de sabor deseada, se recomienda utilizar de 0.5 a 1 ml o media cucharadita por cada kilo de producto. Es importante tener en cuenta que el humo líquido es muy concentrado y que una pequeña cantidad puede ser suficiente para obtener el sabor deseado.